Photos by: 226 images & emotions & Béatrice Kangua
Desde el momento de la caída me propuse llevarlo con humor, porque sino... Y todo iba bien, hasta que aparecieron los primeros dolores post operatorio de los que hacen retorcerte en la cama y que solo con pastillas que tumban a un elefante eran capaces de aliviar. A esto se le unió el ver como el muslo se ponía a cada rato que pasaba como un tonel, sabiendo que los hinchazones son normales, pero quizás no en dichas dimensiones. Todas estas sorpresas post operatorio borraron durante más de un rato la sonrisa y achicaron el humor. Descartada la trombosis, cualquier infección y que con unos drenajes linfáticos y posterior vendaje durante un par de días bajaríamos el hinchazón, se ha vuelto a originar de nuevo una tímida sonrisa.
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