Hacía 1 año y 11 meses que no tocaba la cabra (desde aquel lejano y maldito Julio de 2012), así que con vistas a un posible algo, comencé esta semana a salir con ella. Para mi sorpresa, lo que yo esperaba que más me molestara al ir acoplado (mi querida nueva barriga), no fue así, en cambio los hombros esos si que pedían de vez en cuando algún respiro.
Sobre mi ruta de 97 km de siempre, salieron más de 2 km de media más alta respcto a lo que llevo haciendo este año con la de carretera. No creo que ello solo fuera gracias al plato de pasta de anoche, ni a la media botella de tinto, ni a la cabra, pero seguro tuvo mucho que ver la rabia y mala hostia con la que anoche me fui a la cama.
Hoy el amigo, con esos nubarrones, metía miedo.
2 comentarios:
Perdona que te anime... pero a ti lo que te falta este año... es Cozume!.
Armando.
Cozu...qué, pero si no estoy ni para ir los domingos a por los churros.
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